CÓMO SANAR EL NIÑO INTERIOR

No importa tu edad; en tu interior hay un niño pequeño que necesita amor y aceptación. Si eres una mujer, por muy autosuficiente que seas, también tienes una niña en tu interior que es muy tierna y que necesita ayuda. Si eres un hombre, por muy autosuficiente que seas, también tienes un niño en tu interior que anhela atención y afecto.

Cuando te miras al espejo, ¿ves a tu niño interior? ¿Es feliz? ¿Qué está intentando decirte ese niño? En tu interior están todas tus edades: en tu consciencia y en tu memoria. Cuando eras pequeño y algo iba mal, pensabas que era porque había algo e n ti que no estaba bien. Los niños llegan a la conclusión de que si pudieran hacerlo todo bien, sus padres les amarían y no les castigarían. Normalmente, nos desconectamos o desintonizamos alrededor de los cinco años. Tomamos esa decisión porque pensamos que somos malos y que no queremos saber nada más de ese niño.

En nuestro interior también hay un padre o una madre. Y en la mayoría de las personas, ese padre o esa madre interiores están regañando a ese niño o niña interior casi continuamente. Si escuchas tu diálogo interior, oirás esas reprimendas. Podrás oír a esa figura de autoridad diciéndote que lo estás haciendo mal o que no eres lo bastante bueno.

Hace mucho tiempo, cuando éramos pequeños, nos declaramos la guerra y empezamos a criticarnos como lo hacían nuestros padres: Eres estúpido. No eres lo bastante bueno. No haces nada bien. Estas críticas constantes se convirtieron en un hábito. Ahora que somos adultos, la mayoría Ignoramos por completo a nuestro niño interior o lo menospreciamos de la misma manera que lo hicimos en el pasado. Seguimos repitiendo este patrón una y otra vez.

Cada vez que estás asustado, date cuenta de que es tu niño interior el que tiene miedo. El adulto no tiene miedo, sin embargo, se ha desconectado y no está presente para ayudar al niño. El adulto y el niño han de entablar una relación.

¿Cómo puedes conectar con tu niño interior? El primer paso es conocer a tu niño interior a través de tu trabajo con el espejo. ¿Quién es ese niño? ¿Por qué es desgraciado? ¿Qué puedes hacer para que se sienta a salvo, seguro y amado?

Coméntale todo lo que haces. Sé que te puede parecer una tontería, pero funciona. Hazle saber a tu niño interior que pase lo que pase, nunca le darás la espalda ni le abandonarás, que siempre estarás con él y que siempre le amarás.

Lo único que desea tu niño interior es que le hagas caso, sentirse seguro y amado. Si puedes dedicar unos minutos al día para conectar con esa personita, tu vida mejorará considerablemente.

Afirma: Estoy dispuesto a amar y a aceptar a mi niño interior.

No importa cómo haya sido tu infancia (feliz o desdichada), tú y sólo tú eres el responsable de tu vida. Puedes pasarte el tiempo culpabilizando a tus padres o bien acogerte al amor.

El amor es el mejor remedio para eliminar los males que conozco. Borra hasta los recuerdos más profundos y dolorosos, porque el amor va más allá que ninguna otra cosa. Reflexiona un momento: ¿Quieres ser feliz o sufrir en tu vida? La elección y el poder están siempre dentro de ti. Mírate a los ojos, ámate y ama al niño que hay en ti.

Afirma: Amo a mi niño interior. Ahora soy el responsable de mi vida.

EJERCICIO

  1. Busca una foto de cuando tenías cinco años. Pégala en el espejo de tu cuarto de baño.
  2. Mira la foto durante unos minutos. ¿Qué ves? ¿Ves a un niño feliz? ¿A un niño desdichado?
  3. Habla con tu niño interior en el espejo. Puedes mirar la foto o incluso mirarte a los ojos, lo que te resulte más cómodo. Si de pequeño te llamaban con algún apodo o diminutivo, úsalo para hablar con tu niño interior. Sentarte delante del espejo es muy útil, porque si estás de pie, en cuanto empiezan a salir emociones fuertes, puedes sentir la tentación de marcharte. Así que siéntate, hazte con un paquete de pañuelos desechables y empieza a hablar.
  4. Abre tu corazón y comparte tus sentimientos más íntimos.
  5. Cuando termines, repite estas afirmaciones: Te amo, cariño. Estoy aquí por si me necesitas. Estás a salvo.
  6. Hazle las siguientes preguntas a tu niño interior y escribe las respuestas en tu diario: ¿Qué es lo que te gusta? ¿Qué es lo que no te gusta? ¿Que es lo que te asusta? ¿Qué necesitas? ¿Qué puedo hacer para que seas feliz?
  7. Dedica ahora un momento para decirle a tu niño interior que te preocupas por él. Repite estas afirmaciones: Me preocupo por ti. Te amo. Te amo de todo corazón.
  8. Siéntate delante del espejo si puedes, o hazlo para mirarte en un espejo de mano. Podrías comenzar por una disculpa, diciendo algo como lo siguiente: Siento no haber hablado contigo en años. Siento haberte regañado durante tanto tiempo. Quiero compensarte por todo el tiempo que hemos estado separados.
  9. ¿Qué es lo que realmente te gustaba hacer cuando eras pequeño? Escribe todo lo que se te ocurra. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste alguna de esas cosas? Por desgracia, muchas veces el padre o la madre que llevamos dentro nos impiden divertirnos porque no es cosa de adultos.
  10. Ahora cierra tu diario y sal afuera a jugar con tu niño interior. ¡Diviértete! Haz las tonterías que te gustaba hacer cuando eras pequeño, como saltar sobre un montón de hojas secas o pasar por debajo de los chorros de agua del aspersor del jardín. Mira cómo juegan otros niños. Te traerá recuerdos de los juegos que te gustaban. Si quieres divertirte más en tu vida, conecta con tu niño interior y con ese espacio de espontaneidad. Te prometo que empezarás a divertirte más.
Share on facebook
Facebook
Share on pinterest
Pinterest
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

2 comentarios

  1. Hola Alejandra! Me encantó, cómo puedo hacer para sacar cita para una terapia contigo sobre mi Niño interior y para que es bueno hacer esa terapia y de que consiste?
    Gracias!
    Quedo atenta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *